Una de las principales conclusiones del IV Foro de Emprendedores y Autónomos organizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) indica que los autónomos que facturen menos de 85.000 euros estarán exentos de facturar y declarar el IVA.
Durante el encuentro también se presentaron las características principales de un nuevo régimen de franquicias que está siendo estudiado por la Agencia Tributaria, el cual podría ser beneficioso para miles de autónomos en España.
Se está considerando la posibilidad de que los trabajadores autónomos que facturen menos de 85.000 euros (o 100.000 euros en actividades intracomunitarias) solo deban presentar una declaración anual de sus ventas para demostrar que cumplen los límites y así estar exentos de pagar el IVA. De esta manera, se simplificaría la carga administrativa y tributaria de los pequeños empresarios.
Además, esta medida también implicaría la eliminación de la obligación de presentar autoliquidaciones trimestrales del IVA, lo que permitiría a los autónomos centrarse en otras áreas de su negocio. Como resultado, el régimen de franquicias beneficiaría especialmente a los autónomos con menores gastos, ya que no tendrían que repercutir ni deducir el IVA.
La implementación del régimen de franquicias tendría un impacto positivo en miles de autónomos en España, ya que les permitiría quedar exentos del IVA y no tener que presentar autoliquidaciones trimestrales, lo que reduciría la carga administrativa y simplificaría el sistema tributario.
Según los datos de la Agencia Tributaria en 2019, más de dos millones de trabajadores por cuenta propia tenían beneficios mensuales inferiores a 1.125 euros. Se estima que al menos dos de cada tres trabajadores por cuenta propia en España cumplirían con los requisitos para acogerse al régimen de franquicias de IVA.
Además, la implementación de este nuevo sistema permitiría a la Administración ofrecer más servicios, lo que podría facilitar los trámites para los autónomos.
El nuevo régimen de franquicias tendría como ventaja la eliminación de la obligación de guardar facturas para el impuesto, ya que no habría gastos deducibles para los beneficiarios del régimen.
Además, el régimen de franquicias también beneficiaría a los autónomos que tienen pocos gastos, ya que no tendrían que repercutir ni deducir el IVA. Aunque aquellos con muchos gastos podrían no estar interesados en el régimen, la mayoría se vería beneficiada.
Otro tema que se está discutiendo en la reforma fiscal para autónomos es la eliminación del sistema de tributación por módulos en el IRPF. La directora de gestión tributaria de la AEAT, Rosa Prieto, considera que el sistema de módulos es una anomalía y que sería necesario pasar al régimen de estimación directa simplificada o normal en el IRPF.
Se busca que la transición de los módulos a la estimación directa en IRPF sea lo menos perjudicial posible para los autónomos, especialmente para algunos sectores como el transporte.
Algunas comunidades autónomas como el País Vasco y Navarra ya han llevado a cabo esta transición y han establecido un sistema de estimación directa 'especial' para algunas actividades como la agricultura o el transporte, donde se pueden deducir fijamente hasta un 35 o 40% de sus ingresos.
Una de las claves para una transición sin afectar a miles de autónomos moduleros sería la objetivación de los gastos deducibles. La vicepresidenta de ATA, Celia Ferrero, propone establecer una unidad de criterio en la inspección que establezca porcentajes o cuantías deducibles para cada gasto, lo que evitaría la necesidad de justificarlos.
Por ejemplo, si un autónomo tiene derecho a una deducción de manutención de 26,6 euros al día, no tendría que justificar esa cantidad porque ya estaría deducida. Solo se tendría que justificar si se supera esa cantidad y así con muchos otros gastos recurrentes.
La Agencia Tributaria y las organizaciones de autónomos están negociando un nuevo régimen de franquicias que permitiría que los autónomos que facturen menos de 85.000 euros (100.000 euros si están en actividades intracomunitarias) queden exentos de presentar el IVA y no tengan que hacer autoliquidaciones trimestrales.
De ser aprobado, esto supondría una gran simplificación del sistema tributario para los negocios más pequeños y una reducción de la carga administrativa para los autónomos.
Asimismo, se está tratando en la mesa de negociación la eliminación del sistema de tributación por módulos en IRPF, buscando una transición que sea lo menos perjudicial posible para los autónomos moduleros, y que se establezca una unidad de criterio en la Inspección para la «objetivación de los gastos deducibles».
