Cuando eres autónomo, una de las decisiones más importantes que debes tomar al presentar tus impuestos es elegir entre el régimen de estimación objetiva y el de estimación directa. Esta elección determinará cómo se calculará el Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) que debes pagar.
Es fundamental tributar en el régimen adecuado a tu actividad para calcular correctamente tus ingresos, gastos y cumplir con tus obligaciones fiscales. Sin embargo, cada régimen tiene sus propias ventajas y características, y la elección correcta dependerá de las circunstancias particulares de tu negocio.
En este artículo, te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre la estimación objetiva.
Para poder aplicar la estimación objetiva (módulos), es necesario cumplir con los siguientes requisitos:
El régimen de estimación objetiva te permite conocer de antemano cuánto tendrás que pagar trimestralmente como autónomo. Esto se debe a que los autónomos que tributan en módulos siempre pagan la misma cantidad.
No obstante, esto tiene otra consecuencia importante: nunca pagarás impuestos en base a tus datos reales. No importa si tienes beneficios o pérdidas, con este sistema siempre pagarás la misma cantidad.
A continuación se detallan las principales diferencias entre el régimen de estimación directa y el de estimación objetiva para que puedas elegir el que mejor se adapte a las necesidades y situación de tu negocio.
En resumen, mientras que la estimación objetiva ofrece una gestión fiscal más sencilla y una mayor previsibilidad en el pago de impuestos, la estimación directa permite una mayor flexibilidad y la posibilidad de deducir más gastos.
Ya sabes lo que es la estimación objetiva, pero puede que todavía no sepas cuál es la mejor opción para ti. Si después de leer este artículo no estás seguro, en Asesorae podemos ayudarte sin ningún tipo de compromiso.
Analizaremos tu caso y te explicaremos tus opciones, incluyendo si existen requisitos específicos para tu situación. Si hay varias opciones, te recomendaremos la más beneficiosa para ti en función de tus ingresos futuros.
Es importante tomar una decisión informada, ya que una vez que elijas una forma de declaración de IRPF, debes mantenerla durante al menos tres años.
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