Llegar a la jubilación es una etapa importante: después de muchos años trabajando, lo lógico es querer tener una pensión que permita vivir con tranquilidad y sin apuros.
Ahora bien, ¿qué pasa si la pensión que te queda es tan baja que no llega para lo básico del día a día? Para esos casos existe la pensión mínima: una ayuda económica que garantiza un ingreso mínimo a las personas que han cotizado, aunque sea poco, a la Seguridad Social.
Si te inquieta tu situación o la de un familiar, aquí te contamos todo lo que necesitas saber: qué es exactamente esta pensión, cómo se calcula, qué condiciones hay que cumplir y cómo sube cada año. Te lo explicamos sin tecnicismos y al grano, para que lo entiendas sin complicaciones.
La pensión mínima es una ayuda económica que garantiza el Estado para que las personas que se jubilan —o reciben otro tipo de pensión— no se queden con ingresos demasiado bajos.
En pocas palabras: si, después de calcular tu pensión según los años que has cotizado y tu base de cotización, la cantidad que te corresponde es muy baja, la Seguridad Social te la complementa hasta llegar a un mínimo establecido.
Esta pensión mínima no solo se aplica a la jubilación. También afecta a otras pensiones como la de viudedad, la de incapacidad permanente o la de orfandad. La cuantía final puede variar según tu edad, si vives solo, si tienes pareja a tu cargo u otras circunstancias personales.
¿Por qué es importante? Porque sin este suplemento, muchas personas que han trabajado toda su vida —aunque con sueldos bajos o sin cotizar lo suficiente— tendrían serios problemas para llegar a fin de mes. Gracias a esta ayuda, pueden tener una pensión que al menos cubra lo básico para vivir con dignidad.
Las pensiones suelen subir cada año para que los jubilados no pierdan poder adquisitivo con la subida de precios. En 2025, la cantidad exacta que se cobrará por pensión mínima dependerá de lo que apruebe el Gobierno y de cómo evolucione el IPC (Índice de Precios al Consumo), que mide la inflación.
Aunque todavía puede haber cambios, lo normal es que la pensión mínima siga aumentando, como ha venido ocurriendo en los últimos años, sobre todo desde que se reformó el sistema público de pensiones.
Si estás pensando en tu futura jubilación o quieres saber cuánto podrías cobrar, lo mejor es que revises cada año las cifras oficiales que publica la Seguridad Social. Ahí encontrarás las cantidades actualizadas según tu situación: si vives solo, si tienes pareja a tu cargo, tu edad, etc.
La cantidad que se recibe como pensión mínima no es siempre la misma: depende del tipo de pensión y de la situación personal de cada persona. Aquí te explicamos, de forma sencilla, cuáles son los principales tipos de pensión mínima y cómo varían las cuantías según cada caso.
Es la pensión más habitual. Su importe cambia según tu edad y si tienes o no pareja a tu cargo:
Es la que cobra la pareja de una persona fallecida, siempre que se cumplan ciertos requisitos. La cantidad que se recibe depende de la edad y la situación familiar:
Se otorga a personas que no pueden seguir trabajando por enfermedad o accidente. Según el grado de incapacidad, la cuantía varía:
La reciben los hijos de una persona fallecida, siempre que sean menores de 21 años o tengan una discapacidad reconocida si son mayores.
El importe cambia dependiendo de si hay más personas beneficiándose de la misma pensión (por ejemplo, varios hermanos).
Si estás pensando en pedir una pensión mínima, hay que tener en cuenta una serie de condiciones. No todas las pensiones son iguales, y los requisitos pueden cambiar según el tipo que solicites (jubilación, viudedad, incapacidad, etc.). Aun así, hay algunos puntos generales que suelen aplicarse en la mayoría de los casos:
Para poder acceder a una pensión contributiva, es necesario haber trabajado y cotizado a la Seguridad Social durante un tiempo mínimo. Cuantos más años hayas cotizado, mayor será tu derecho a una pensión completa.
En el caso de la jubilación, se exige haber alcanzado la edad legal (que varía según el año y los años cotizados). Para otras pensiones, como la de viudedad o por incapacidad, también se valoran criterios relacionados con la edad.
Algunas personas reciben un complemento para llegar a la pensión mínima, pero solo si no superan ciertos límites de ingresos. Es decir, si tienes otras fuentes de dinero (alquileres, trabajo, inversiones…), es posible que no tengas derecho a ese complemento.
Importante: si no llegas al mínimo exigido para una pensión contributiva, no está todo perdido. Puedes solicitar otras ayudas como la pensión no contributiva, pensada para quienes no han podido cotizar lo suficiente pero necesitan apoyo económico.
¿Te han concedido una pensión, pero la cantidad que te corresponde no llega al mínimo establecido por ley? No te preocupes, en estos casos puedes pedir el complemento a mínimos, una ayuda económica que sirve para que tu pensión suba hasta la cuantía mínima garantizada.
Eso sí, este suplemento no se da automáticamente: tienes que cumplir una serie de condiciones. Por ejemplo, no puedes tener otros ingresos (como rentas, alquileres o pensiones extranjeras) que superen ciertos límites marcados por la Seguridad Social.
Además, este complemento se revisa cada año, y pueden influir factores como tu situación económica o incluso el lugar donde vives.
Si crees que puedes optar a esta ayuda, es importante que hagas la solicitud por los canales oficiales. Tienes varias formas de hacerlo:
En todos los casos, asegúrate de entregar la documentación completa y correcta para evitar retrasos o problemas en la tramitación.
Sí, las pensiones —incluidas las mínimas— tributan en el IRPF, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Ahora bien, eso no significa que siempre te vayan a quitar dinero cada mes. En muchos casos, la retención es muy baja o incluso nula, sobre todo si la pensión que cobras no supera ciertos límites o si no tienes otras fuentes de ingresos.
Si ya estás jubilado o estás a punto de jubilarte, lo ideal es que revises bien tu situación fiscal. Puede ser útil consultar con una persona experta en impuestos para ver si estás pagando de más o si puedes beneficiarte de alguna deducción.
Recuerda: la pensión mínima es un derecho que garantiza que, aunque no hayas podido cotizar mucho, puedas tener unos ingresos básicos para cubrir tus necesidades cuando te jubiles o si recibes otro tipo de pensión.
Por eso, es muy importante que estés bien informado sobre:
Si te estás acercando a la edad de jubilación o simplemente quieres planificar mejor tu futuro, no dejes todo para el último momento. Consulta con frecuencia la web de la Seguridad Social y haz números con tiempo. Una buena organización hoy puede marcar la diferencia en tu pensión de mañana.
Si estás pensando en jubilarte pronto, o ya cobras una pensión, te interesa conocer estos datos actualizados que te ayudarán a entender mejor cómo está evolucionando el sistema en España:
El Gobierno ha aprobado un aumento del 6% en las pensiones mínimas para este año. Esto se traduce en que:
Las pensiones no contributivas —como las de invalidez o jubilación para quienes no han cotizado lo suficiente— también se incrementan. En 2025, suben un 9%, alcanzando un total de 7.905,80 € al año.
Este aumento también se aplica al Ingreso Mínimo Vital (IMV), lo que mejora el respaldo económico para las personas con menos recursos.
A finales de 2024, los datos oficiales mostraban una clara diferencia:
Esto refleja una desigualdad notable que sigue existiendo en las prestaciones, en parte por la histórica diferencia en cotizaciones y salarios.
En 2025, el Salario Mínimo Interprofesional sube hasta 1.184 € al mes (unos 16.576 € al año). Por primera vez, supera el umbral exento del IRPF (que está en 15.876 €), así que quienes cobren el SMI tendrán que incluirlo en su declaración de la renta.
Entre 2023 y 2025, las pensiones mínimas han subido más de un 12% en total, un crecimiento que está por encima del IPC. Esto significa que, en términos reales, los pensionistas han ganado poder adquisitivo, algo que no ocurría desde hace años.
Si estás pensando en jubilarte o ya cobras una pensión, seguro que te has hecho alguna de estas preguntas. Aquí te damos respuestas claras y fáciles de entender:
Depende de tu situación personal. Por ejemplo:
Estas cantidades se actualizan cada año, así que en 2025 puede que suban un poco más.
Con 15 años cotizados, que es el mínimo para acceder a una pensión contributiva, solo recibirás el 50% de tu base reguladora.
Si eso no llega a la pensión mínima, puedes pedir el complemento a mínimos, siempre que tus ingresos no superen un tope fijado por la Seguridad Social.
Aquí tienes una guía rápida con los importes mensuales en 2024:
Estas cifras sirven como referencia, pero recuerda que en 2025 se aplicará una nueva subida.
La Ley 73/2024 actualiza el sistema de pensiones y garantiza que las pensiones mínimas se mantengan por encima de la inflación.
Eso sí, para saber las cantidades exactas cada año, hay que estar atento a las publicaciones oficiales de la Seguridad Social.
Los importes no cambian cada mes, así que en febrero de 2024 la pensión mínima sigue siendo de 966,20 € al mes si tienes cónyuge a cargo.
Si cobras menos, puedes pedir el complemento a mínimos.
Normalmente, la edad legal para jubilarse está por encima de los 60 años.
Pero si te jubilas de forma anticipada (por ejemplo, por una incapacidad o por convenio especial), podrías tener acceso a una pensión, aunque suele ser más baja.
En estos casos, el complemento a mínimos no siempre se aplica.
Es una ayuda que sirve para aumentar tu pensión contributiva si no llegas a la mínima establecida.
Para poder recibirlo, debes:
Sí, las pensiones cuentan como renta sujeta al IRPF, pero no siempre tienes que pagar.
Si cobras la pensión mínima y no tienes más ingresos, lo normal es que no te retengan nada o muy poco.
Eso sí, conviene revisar cada caso, sobre todo si tienes otros ingresos o si haces la declaración conjunta.
En 2024, necesitas haber cotizado 36 años y 6 meses para recibir el 100 % de tu base reguladora.
A partir de 2027, se exigirá un mínimo de 37 años.
Si tienes menos cotizados, cobrarás solo un porcentaje proporcional.
Sí, hay varias formas de compatibilizar pensión y trabajo:
Entender cómo funciona la pensión mínima, el complemento a mínimos o cuántos años hay que cotizar para cobrar el 100 % puede ser un verdadero lío si no estás acostumbrado a lidiar con trámites, números y normativa.
Además, estos temas cambian con frecuencia, y un pequeño error al hacer una solicitud o calcular tus ingresos puede hacerte perder dinero o retrasar un cobro que te corresponde.
Por eso, si estás pensando en jubilarte, quieres saber si te aplican retenciones, o simplemente buscas optimizar tu situación laboral o fiscal como autónomo, lo más recomendable es contar con ayuda profesional.
Como expertos en gestión contable, fiscal y laboral te ayudamos a:
Ya seas trabajador, autónomo o pensionista, te acompañamos en cada paso para que tomes las mejores decisiones y no pierdas ni un euro.
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