En el contexto de una economía global, cada vez hay más trabajadores autónomos que colaboran con clientes o proveedores de países que no pertenecen a la Unión Europea. Este tipo de colaboraciones se conocen como operaciones extracomunitarias.
¿Eres un trabajador autónomo que también lleva a cabo este tipo de operaciones? Te interesará saber cómo contabilizar y declarar las facturas extracomunitarias, ya sean de compra o venta o que involucren bienes o servicios.
Nos referimos a una factura extracomunitaria cuando el proveedor o cliente reside fuera de la Unión Europea (UE).
Por ejemplo, si tienes un cliente en Canadá o un proveedor de productos en Corea del Sur, deberás emitir una factura extracomunitaria para el primero y recibir una factura extracomunitaria del segundo.
Por supuesto, esto tiene implicaciones importantes en la forma de contabilizar y declarar este tipo de factura a Hacienda.
Hacienda no trata de igual manera la compra de maquinaria a un proveedor japonés y el pago de servicios de internet a un proveedor estadounidense.
La adquisición de bienes extranjeros y la contratación de servicios extranjeros no se registran de la misma manera, y no es porque uno sea japonés y el otro americano, ya que Hacienda considera a todos por igual.
La diferencia radica en que uno es un producto (la maquinaria, no el proveedor japonés) y el otro es un servicio (el servidor de internet estadounidense).
Esto también se aplica a la venta de bienes y la prestación de servicios. La forma de registrarlos en tu contabilidad y declararlos a Hacienda cambia.
Cuando compras servicios de proveedores extracomunitarios, debes registrarlos de forma diferente en tu contabilidad en comparación con los proveedores comunitarios (de la UE) o españoles, así como con las compras de bienes.
Puede sonar complicado, pero no lo es tanto. Aquí te dejamos un ejemplo: si necesitas contabilizar una factura por el servidor de tu sitio web, el proveedor se encuentra en Australia y el servicio cuesta 30 € al mes, deberás aplicar el 21% de IVA (español) a los 30 € para registrar la factura en tu contabilidad.
Sin embargo, la normativa fiscal española para estas cuestiones es un poco más complicada. Deberás contabilizar la compra aplicando el IVA español al tipo de servicio (en este caso, el 21%), y registrar la misma compra como una venta del mismo valor (incluyendo el 21% de IVA).
Esto se conoce como inversión del sujeto pasivo, y se trata de trasladar la factura de compra a tus ingresos. En otras palabras, lo que has pagado por el servicio es lo mismo que has ganado por el servicio.
Lo bueno es que este tipo de operaciones no afectan a tu actividad. Lo malo es que debes contabilizarlas de esta manera tan enrevesada porque así lo exige Hacienda.
Cuando hablamos de 'declarar', nos referimos a cómo gestionar el IVA de los servicios extracomunitarios que has contratado con Hacienda.
En este caso, la operación se trata como si la prestación del servicio hubiera tenido lugar en España, aunque el proveedor resida fuera de la UE.
Para declararlo, en el modelo 303 de IVA trimestral, debes señalar en la casilla 12 el importe de la factura sin IVA y en la casilla 13 el importe del IVA español que se ha aplicado.
El IVA se sumará y restará sin afectar a la declaración final, es decir, una inversión del sujeto pasivo.
Si tienes que facturar tus servicios a un cliente que reside fuera de la UE, la factura irá siempre sin IVA. Esta distinción solo tiene sentido dentro de la UE, para el llamado IVA intracomunitario.
Sin embargo, si el servicio luego se va a utilizar en otro país de la UE, puede que tengas que aplicar el IVA del país donde se utilice. En cuanto al modelo 303, como prestador del servicio debes declarar la operación como no sujeta al IVA, y para ello tendrás que indicar la base imponible en la casilla 120.
Según la Agencia Tributaria, la exportación:
"Es la entrega de bienes transportados fuera de la Comunidad Europea por el transmitente o el adquirente no establecido en península o Baleares o por un tercero que actúe por cuenta y nombre de los anteriores. Esta operación está exenta de IVA, atribuyendo el derecho a deducir el IVA soportado en las adquisiciones de bienes y servicios que se afectan a esta actividad (exención plena)."
En otras palabras, se trata de la venta de bienes a un país fuera de la UE y no se aplica el IVA.
Es decir, las exportaciones son ventas de bienes que se envían a otros países que no son miembros de la UE. Un ejemplo sería un autónomo que vende zapatillas y tiene un cliente en Chile. Para que el cliente reciba las zapatillas, el autónomo debe enviarlas desde España a Chile, pasando por la aduana.
Las particularidades de una exportación son:
Siguiendo con el ejemplo anterior, al realizar la factura por la venta de zapatillas a Chile, no debes incluir IVA, solamente el precio del producto.
Las exportaciones de bienes están exentas de IVA, por lo que nunca se debe aplicar el impuesto al hacer una factura de exportación.
Para que la factura esté en regla, debes cumplir con cuatro requisitos:
Si cumples con estos requisitos, la operación de exportación será exenta de IVA.
En el caso de las zapatillas vendidas por 1000 €, no se debe sumar el IVA a la factura. Pero es importante declarar la exportación en el modelo 303, en la casilla 60 del apartado de "Información Adicional", indicando la base imponible de la factura (1000 €).
Además, puedes deducir los gastos de producción de las zapatillas, como la compra de materias primas, entre otros.
Se entiende por importación cualquier entrada de bienes a algún país de la UE procedentes de otro país que no es miembro de la UE. Por ejemplo, la entrada por el puerto de Algeciras de una maquinaria procedente de Corea del Sur:
La maquinaria coreana, en este caso, tributaría en el país de llegada, que es España. Esto significa que la Agencia Tributaria española exigirá el IVA correspondiente al bien importado (la maquinaria coreana).
Todas las compras de bienes al extranjero (fuera de la UE) tienen que pasar siempre, siempre por la aduana española.
Siguiendo con el ejemplo de la maquinaria japonesa, para poder recogerla de la aduana y poder utilizarla tendrás que pagar el 21 % de IVA correspondiente en España.
Centrándonos en el tema: la aduana factura el precio del bien más una serie de gastos adicionales.
¿Qué son estos gastos adicionales? Pueden ser envases y embalajes, cánones o licencias requeridos para la compra, seguros y transporte hasta la aduana de salida. En resumen, los gastos necesarios para que el bien llegue a su destino y que no están incluidos en su precio. Estos gastos accesorios son responsabilidad del comprador, o sea, tú.
Cada operación de importación tiene sus propios gastos accesorios, por lo que no se pueden conocer de antemano.
Supongamos que has comprado mobiliario de oficina a una empresa armenia por 900 €. Los muebles se envían en avión desde Armenia a Barcelona, y el transporte desde la fábrica del proveedor ruso hasta el aeropuerto de Ereván cuesta 100 €. Al llegar al aeropuerto de Barcelona, el costo del descargo del avión es de otros 100 €. Además, hay que sumar un 10 % de derechos arancelarios sobre el precio en aduana correspondiente a este tipo de bienes.
Los derechos arancelarios son impuestos que se pagan cuando llegan al país de destino, en este caso España.
En la aduana se utiliza el término "valor aduanero" para referirse a la base sobre la que se calculan los impuestos. En resumen, es el precio base del producto, lo que anteriormente habíamos llamado el precio de aduana para entendernos.
Tomemos como ejemplo los muebles armenios. En este caso, se debe aplicar el IVA español. Es importante recordar que el país donde se importan los bienes (en este ejemplo, España) es el responsable de gravar las operaciones de importación.
Antes de aplicar el IVA español del 21 % en este caso, necesitas saber sobre qué importe aplicarlo. Para calcularlo, debes considerar los siguientes conceptos:
La suma de estos conceptos es la base imponible (1.200 €). Por lo tanto, el IVA del 21 % debe aplicarse a esta base imponible, lo que resultará en 252 € que tendrás que pagar como importador solo por traer muebles de Armenia a España.
El importador es responsable de pagar el IVA en la aduana, es decir, la persona que se registra como importador del bien y que sacará los bienes de la aduana. En nuestro ejemplo, tendrás que pagar el IVA al momento de pagar los aranceles de la aduana, es decir, los derechos arancelarios para poder llevar los muebles armenios.
Cabe destacar que no es necesario cumplir ningún requisito específico para ser importador, ni siquiera necesitas el NIF-IVA, que solo es obligatorio para compras intracomunitarias a proveedores de otros países de la UE.
Existen dos formas aceptadas por la Administración para pagar los aranceles:
Sin embargo, esta opción solo está disponible para aquellos profesionales que presenten el modelo 303 cada mes, también conocido como REDEME. Es necesario solicitarlo a Hacienda antes de poder utilizar esta opción.
Es posible recuperar el IVA de la importación, siempre y cuando se cumplan los requisitos para que la compra del bien sea deducible. Para que la compra de un bien se considere un gasto deducible, es necesario cumplir con los siguientes requisitos:
Supongamos que eres un trabajador autónomo que presenta el modelo 303 cada trimestre. En primer lugar, no puedes usar la regla especial mencionada anteriormente. Esto significa que tendrás que pagar el IVA de la importación en la aduana cuando recojas los bienes.
Después, cuando presentes el modelo 303, deberás reflejar la importación en la sección de IVA deducible correspondiente a "las cuotas soportadas en las importaciones de bienes corrientes":
La importación de bienes extracomunitarios requiere cumplir con obligaciones fiscales y administrativas, incluyendo la obtención de una factura que detalle el bien y su precio, el pago de aranceles y el IVA correspondiente, y la gestión contable adecuada para evitar problemas con la Administración y optimizar el rendimiento empresarial.
Si eres autónomo o pyme, las facturas extracomunitarias pueden resultarte muy útiles. Sin embargo, te sugerimos que consideres el uso de herramientas de facturación como Kuot.io que te ayuden a gestionar tu contabilidad de forma más eficiente, faciliten la elaboración de facturas y permitan la generación y presentación de modelos de impuestos.
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